jueves, 13 de marzo de 2008

Los patos del lago Bodom


Felices eran en verano los patos del lago Bodom, pues podían nadar tranquilos y vivir sin problemas. Solían pescar peces a no demasiada profundidad y a veces atinaban a tragarse alguna mosca de vuelo bajo.

Sí, estos patos eran felices durante esos calurosos meses pero tenían un gran problema: la llegada del frío. Cuando el frío azotaba las tierras nórdicas sufrían para sobrevivir (al menos los que sobrevivían) y si pasaban el año estaban casi muertos. Incluso habían evolucionado y habían aprendido a invernar pero su organismo aún no estaba del todo capacitado y la mayoría se habían exterminado. Unos quedaban sepultados bajo la nieve, otros que habían encontrado madrigueras o similares a veces lograban aguantar. Y nadie se había preocupado por ellos que tanto necesitaban una solución para seguir adelante…

Al fin había llegado otro verano. Habían estado a punto de extinguirse definitivamente y apenas quedaban una docena de raquíticos patos hambrientos. Pasaron parte del verano recuperando fuerzas, alimentándose para recuperar peso y trataron de reproducirse como podían (les costaba hasta eso a los pobres) para aguantar un año más como especie no extinta por aquella zona.

Fue una noche de esas cuando iban a acompañar a uno de ellos a mear entre arbustos. Teniendo en cuenta que eran pocos debían darse intimidad pero aún así iban en grupo para por si acaso. Y al ir a volver a su preciado lago se encontraron de camino con unos campistas que charlaban alegremente sentados alrededor de una hoguera. Eran dos chicos y dos chicas bastante jóvenes. Se quedaron desde la oscuridad ojeando por si podían robar algo de comida a esos campistas pero no encontraban el momento oportuno.

Fue entonces cuando vieron una sombra que se abalanzaba sobre los cuatro juveniles y a la primera chica la apuñalaba sin piedad una y otra vez. Uno de los chicos fue en su ayuda pero consiguió ser la siguiente víctima al intentar quitarle su arma y perder. La otra pareja había salido corriendo y el atacante nocturno corrió a por sus presas. La chica tropezó con un tronco y el chico se dio la vuelta pero escapó dejando a la chica como cebo al ver esa sombra alcanzarles. La chica también murió y el cazador alcanzó y derribo al último de ellos. El chico logró darle con una rama en la cabeza y dejarle descolocado el tiempo suficiente como para escapar. Cuando se recuperó el asesino tuvo que irse. Había fracasado; quedaban supervivientes.

Los patos se acercaron sobre las víctimas. La sangre estaba derramada, aún fresca, por el suelo. Sabían que la única forma de continuar con vida seria hacerse heavies y ahora tenían la oportunidad, habían de bañarse en sangre. Se miraron entre ellos y al momento se lanzaron como locos a revolcarse en la sangre. Sus rasgos cambiaban a medida que iban humedeciéndose, sus picos ahora tenían dientes letales, sus plumas adoptaban color que luego se secó y transformó en negro, sus ojos sí se quedaron totalmente rojos y ahora producían sonidos guturales en vez de los típicos “cuac”.

Desde entonces los patos del lago Bodom se multiplicaron y cada vez que cogían a alguien desprevenido le sacaban las entrañas a picotazos. Eran patos demoníacos que comían carne humana sin piedad.

Pasa que seguían teniendo un problema con el frío. Como buenos heavies que eran, ahora el frío les ardía y quemaba así que habían de aumentar la temperatura ambiental para estar más frescos (generalmente a base de bocanadas de fuego).


The Blind

4 comentarios:

Rock Lobster dijo...

Para los que querais informaros de los hechos reales:
http://es.wikipedia.org/wiki/Asesinatos_del_Lago_Bodom

Iba a narrar un poco mas las muertes pero al final me ha pillado el toro y me da pereza.
Por cierto, si, a los heavies el frio nos quema, es como si a vosotros os pusiesen un hierro al rojo vivo. Por eso si subimos la temperatura no nos quema.
¿Pillais?

ana dijo...

lindo patito..

el relato esta guay, es makabro lo de los patos sakaentrañas, pero es gracioso, esa parte femenina de los patos de acompañarse al baño.. jaja

una duda: si bañándose en sangre se hacen heavies... los de la Ría deben de ser radioactivos como mínimo, no!!??
aioo ^^

[ кeя ] dijo...

jaja vaya patitos. cualquiera se acerca al lago con esos rondando por ahi :P

The Reaper dijo...

Gran relato inspirado en hechos reales.
pato