Correr… huir… escapar… No puedo detenerme, pues siempre me alcanza y no cesa su paso. Me persigue andando pero sin descanso y, aunque la pierda de vista, siempre acaba llegando hasta donde me encuentro. No puedo ocultarme porque conoce cualquier rincón en el que me puedo hallar y si me quedo en un lugar cerrado, no tendré escapatoria…
Es esa dama que viste de blanco, a juego con su pálido rostro. La primera vez que la pude ver, estuvo muy cerca de cogerme, pero tuve miedo de ella y ese miedo me salvó. No sé quién es ni por qué me sigue pero cada vez que descanso acabo viéndola llegar a lo lejos, y he de volver a irme.
¿Dónde podría ocultarme definitivamente de ella?
Siempre que se encuentra cerca me alerta esa canción que canta y me atemoriza. Esa maldita nana sádica que me persigue:
“Ven conmigo, niño
Yo daré a tu sonrisa un final
Sígueme pequeño
Yo cumpliré el macabro ritual
Lágrimas de sangre
De tus ojos se van a escapar
Y en muy poco tiempo
Tu cuerpo vacío va a quedar
Pues no hay sentimiento
Que mi mano haga retroceder
Yo soy la implacable
No me tengas miedo
Porque las personas hablan solas
Aunque dulcemente
Concedo un don, un regalo a todas
Tiéndeme la mano
Y yo seré ahora un nuevo guía
Te llevo a la noche
Por tu bien, olvida pronto el día
Cierra ya los ojos
Porque tú no puedes hacer nada
Déjate poseer
Y morir, en tus ojos, tu alma”
Y cansado estoy… no puedo seguir evitándola. Si realmente es la muerte, no es posible que sea tan humana… y me inspira tanto miedo… ¡No puedo dejar que me arrastre a las llamas del infierno! Pero tengo tanto sueño…
Y despierto con esa nana y ella mirándome a apenas un par de metros. Los blancos y finos ropajes que le cubren ni se han manchado tras mi persecución. Su cara me inspira miedo pero también me atrae…
Da un primer paso. No hay escapatoria y puedo darme por muerto. Me acurruco temblando en un rincón sin poder dejar de mirarla. “¡Aléjate!” le grito, pero sigue cantando… y yo deseo que venga…
Me extiende la mano y… la acepto. Su piel es suave e incolora. Me ayuda a alzarme y, frente a ella, siento que sus grises ojos expresan ternura. Y, sin previo aviso, me besa...
Un beso como ninguno. Un beso al que me entrego en cuerpo y alma. Un beso por el que cualquier hombre daría su vida. Y que, irónicamente, al separar sus labios de los míos, así es entregada la mía…
The Blind
8 comentarios:
No he encontrado una imagen mejor (ademas la he retocado cutremente con el paint para quitar el resto del brazo. Si os fijais en el borde se nota).
Y cabe decir que le "cancion" es un poquito de relleno porque la idea que tenia para esto me gustaba pero redactar mas como huye y se enconde ma parecia aburrido.
Sí, además la mano parece más bien de hombre.
Respecto al relato está bien pero no me llega a molar. Ese tipo de muerte dulce es más aburrido. Aunque mola como escribes la
desesperación al del tío al ser perseguido y no poder siquiera dormir
Ah, y la canción queda dpm ahí
pues a mi si me ha molado el relato xD la idea esta mu bn. Ver a la muerte de blanco en vez de negro, y claro el beso de la muerte xD la cancion esta bien me recuerda a un libro que lei "las huellas del diablo" que los niños se iban a un bosque donde habia 13 piedras y cantaban:
uno es fuego
dos es sangre
tres tormenta
y cuatro agua.
cinco es ira
seis rencor
siete miedo
y ocho: horror!
nueve es pena
martirio es diez
once muerte
doce vida otra vez.
trece pasos hasta la casa del Oscuro, de allí no volverás, eso es seguro.
y cada niño moría... misteriosamente, claro. El final del libro sta wapo.
xaxi!!
komo no, akaba muerto, pero es bonito!
ademas pones a la muerte "amable", y te va a doler.. pero me rekuerda a las klases de lengua kon joseba jaja.
bromas aparte, esta guay! la cancion me gusta, y si no hubieses dicho nada de la foto posiblemente no me habria dado kuenta..
más de este tipo de relatos no harían ningun daño :D
A The Reaper: No encontre imagen mejor, ya se que la mano es de un tio.
A Ker: Es una buena forma de aprender a contar.
A Ana: Por favor, no metas al estupido ese en esto.
Mira te voy a ser sincero y te voy a decir dos cosas:
1ª Que se agradece el cambio de dinámica en cuanto a lo de que sea el relato más suave y no halla piernas ni vísceras por ahí volando como si tal cosa (ojo, mañana quiero sangre)
2ªSi ya tenía fobia a que una mujer fuera a matarme durante una apasionada noche de amor desenfrenado, ahora temo hasta que se me acerquen, y más aún si es para darme dos besos en la mejilla.
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