Me encontraba por la mañana desayunando mecánicamente con los párpados casi sujetos por mis manos y un pesado dolor taladrándome la cabeza. Comí el mínimo porque tan pronto nunca me entra la comida y siempre me siento lleno sin realmente estarlo, lo que suele provocar morirme de hambre en clase. Seguido fui a ducharme, el agua me despierta y me hace ser persona ante el mundo real.
Al salir de la ducha había creado una niebla por el baño que daba un tono borroso a todo cuanto había dentro. Pasé la mano por el espejo para quitar el vapor de agua y hacer un hueco para verme la cara, sobre la que empecé a aplicar espuma de afeitar y me sentí como una rebanada de pan por la que se extiende mantequilla. Aunque lo que realmente se me pasó por la cabeza es untar fresas con la espuma.
A medio afeitar, hubo un bajón de luz. Puesto que era el único despierto a esas horas, me disponía resignado a buscar los plomos por la casa cuando la luz volvió de nuevo. Me encogí de hombros y ya devolvía la dirección a la cuchilla cuando, en el hueco limpio del espejo, a mi lado, vi otra figura. Una chica de edad parecida a la mía, de ropas negras y pelo rizado. Sus negros ojos me miraban desde el reflejo. Me di la vuelta y no encontré a nadie que se suponía estar reflejándose y, al volver a mirar al espejo, solo pude verme a mi mismo con cara de sorpresa. Pensé que me lo había imaginado y terminé de afeitarme nervioso y evitando mirar el espejo. Poco más tarde salía de casa con dos puntitos de sangre seca en la mejilla.
Pasé todo el día pensando si realmente no había visto nada, si quizás la cena de anoche no me habría sentado bien, sustancias alucinógenas, los juegos de rol de verdad me habían afectado a la cabeza… Había sido demasiado real.
Una vez volví a casa me metí directamente al baño y allí estaba ella, mirándome fijamente.
- ¿Hola? – dije pensando que igual seguía bajo los efectos de algo.
Dibujó una sonrisa en su cara pero no dijo nada.
- ¿Puedes oírme?
Asintió con la cabeza.
- ¿Puedes hablar?
Esta vez negó entristecida.
Salí de allí con miedo ante lo que no comprendía. Mis padres no veían nada en el espejo cuando les dije que si notaban algo raro. Pensaban que me reía de ellos o que había roto algo y no se daban cuenta de qué. Descubrí que ella aparecía cuando estaba sólo yo y poco a poco le perdí el miedo y me atreví a contarle mis cosas, pero nunca pude saber por qué ella estaba allí, prisionera como reflejo de un cristal. ¿Sería el fantasma de una chica que murió en la casa? ¿Estaría yo loco? ¿Existían maldiciones o cosas similares que podían provocar algo así? Fuese como fuese, siempre me recibía sonriendo y escuchaba atentamente todo cuanto yo le contaba cada día. No parecía aburrirle ni aunque a veces repitiera algunas cosas para repasarlas mejor.
Pronto bajaron tanto mi vida social como mis notas y mis padres se extrañaron de encontrarme allí tan a menudo. Tenía que estar con ella porque a ella le gustaba mi compañía y yo me sentía bien en la suya. Al final se convirtió en una droga y los momentos en que no estaba con ella, lo deseaba.
Pasó el tiempo y mis padres no sabían que me ocurría, no lograban despertar mi interés en los estudios de cara al futuro ni entender qué me ocurría; mis amigos no sabían por qué ya no quedaba con ellos… Y todo eso me sentaba realmente mal pero, ¿qué podía hacer? Me había entregado por completo a
Un día distraído en clase se me ocurrió la solución. Me puse a temblar al venírseme la idea a la cabeza. No quería… me iba a doler… pero a largo plazo sería lo mejor… Sí… tenía que hacerlo… y así lograr ser libre…
Al volver a casa entré en mi rincón habitual, dejé la mochila en el suelo y de ella saqué una pesada piedra que había cogido por el camino. Ella miró extrañada pero lo comprendió todo al verme alzar la mano con la piedra. No hizo nada salvo mirarme, mirarme y llorar al saber que quería apartarla de mi vida, porque quería acabar con ella para, egoístamente, buscar mi propia felicidad… aunque fuese en un futuro… Me llevé la mano al corazón, que me latía acelerado sabiendo que un puñal le buscaba, y también yo me puse a llorar… Y con un “Lo siento” la piedra voló y el espejo se rompió en incontables pedazos…
The Blind
8 comentarios:
Se que algunos (diria mucho pero contamos con pocos lectores) esperabais la 2ª parte de "Si yo fuera zombi..." pero he decidido que ya ire colgando las partes, que por medio me apetecia colgar algo mas.
Por cierto, añadir que este relato me lo inspiro un sueño y que me resulta patético comentar el primero mi propio relato 2 veces.
¿Dónde está la sangre?!
Yo si viera viera a una chica en el reflejo pasaría un poco de ella... intentaría desangrarla... sí... seguro que la chica sólo quería que le desangraran... ¿sino que hacía allí?
Mola primo
Yaw!
pues a mi me ha gustado bastante, la idea es muy buena. no pasa nada xq no haya sangre o vasteces en un relato incluso se agradece(en mi opinion, que me va la variedad XD) pero tp os volvais blandos! XD "Aunque lo que realmente se me pasó por la cabeza es untar fresas con la espuma" con esto me he reido XD sobretodo xq esta escrito de forma tan casual.
esta vz me retrase en los comentarios, d+iados enredos en esta parte del mundo.
! danger
Pd. ya veo que habeis puesto musica, mola :D vaya peazo ipod XD
Ups!!! perdón por todo lo que tiene que cqargar mi blog... pero se ve lindo cuando si carga, de verdaaaaaaaaad!!!! ha ha ha ha ha!!! Lo siento hermoso.
Gran historia de "amor". Trágica, como a mí me gustan.
Suele pasar que nos queráis apartar de vuestras vidas para vuestra felicidad... Estamos acostumbradas. Pero yo no, estoy cansada de ser víctima de sacrificios y ahora la violenta y enfurecida verdugo soy yo! BWHAJAJA!
1beso!
Dioses!!!! Porque terminar???? Para que sacarla de tu vida???
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